9.03.2012

castrolengua

hoy en  Penúltimos Días,  blog de asuntos cubanos



Castrolengua
un texto de © om ulloa 


 Se escucha el vacío de las madrugadas transcurridas en fríos hospitales mayamenses, el fastidioso runrún apretado de las ondas yermas de los hilillos de luz fría rebotando en los cristales sudados mientras me sostengo la cabeza y miro el piso, brilloso. Alguien se pasó horas sacándole brillo a este linóleo verdoso para que yo ahora lo admire, pienso absorta en el asco que no me abandona, dueño de mi espanto y de mi insomnio, blandiendo miedos con punta de culpabilidad afilada entre cortinas de feo diseño y polvos de tos de muertos casi, sintiéndome huérfana del mundo que no acaba de parir el prometido majestuoso corazón de la compasión que nos sirva de túnel a la muerte, única promesa firme. Y allí, debajo de una silla, está el periódico y veo el titular, enredadas sus letras entre las plateadas patas de aluminio, al descubierto, medio escondidas… como un desertor del ejército de periodiquillos que terminaron en la basura ayer éste, huidizo, se escurrió entre las sillas y cayó al piso. 

 El titular dice que una hija de un ministro del desgobierno cubano ha “desertado”. Hago una mueca y a pesar del cansancio se me enciende el sentido corrector y me agacho a agarrar la hoja escapada. Eso dice, que la niña desertó...
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