7.30.2013

seFUEgag

Guillermo Álvarez Guedes, quepd


ño, viejo ¿cómo es posible que sigan cayendo tantos cubanos gigantes y esas dos cucarachas castradas aún estén vivas?


admirAcción

Picture by W. J. Moulton c. 1864

a mí que me miren a los ojos. 
sí, cara a cara ojo a ojo pupila a pupila. en gesto de admirAcción. y sosténganme el hilo visual mientras me hablen sin reserva. 

que no, repito, que no me tiren beldades inciertas por los tímpanos tupidos ya de mentiras caras, de ésas que se pagan a plazos, siempre. y se vencen, se vencen como pagarés nulos. por eso, a mí que me miren a los ojos. sin miedo. sin velos ni titubeos. que para eso están ahí, visibles, abiertos, aún vivos. para mirar y que los miren. en gesto de admirAcción.

así que dale y mira, todo lo que quieras, que no los voy a apartar. espacio sobra y no le temo a las pupilas ajenas y menos a esos cristalinos compartidos entre tú, ella, nosotros todos, en el reflejo de mis pupilas. 

que me acaricie el extraño sospechoso de mi córnea fija al cabo de entenderla. que me penetre en saña el ojo que vocifera enojo y salga canto, filtrado entre lente y lente. que copulemos con deseo acuoso nosotros ensalivados ojo a ojo resbalando por el conducto lacrimar del estrecho orificio ocular sosteniendo abiertos los pórticos, las persianas de las pestañas lisas, leves, lascivas, entregadas a observarnos tan adentro como nos quepa el gesto de admirAcción. 

ojos sobran, recalco. membrana de ojo abunda y doy parte de ello aquí, para que conste en ficha gráfica: a mí que me miren a los ojos, que para eso los tengo y doy, que con ellos te recibo y acaparo, que de ellos vivo, dos iris de anillos aprietan mi rostro que se encara al tuyo, salpicando pigmento ecos de espejos platos lúcidos y abiertos a tu aliento colectivo y espeso de olfato fatigado ante la amplitud de mi mirada abierta, tu vista incierta.

© om ulloa