4.22.2014

nadaEScomoANTES

nado en facebook con careta de buceo y tapones en los oídos, con brazadas rápidas y aleteo furioso de los pies tal y cómo me encantaría nadar por la vida, anguila fugaz y reptil. sin embargo, en la vida real soy lenta, detallista, matraquillosa (además de gorda) y por lo tanto me trabo, física y mentalmente, en muchos de los agujeros por donde intento colarme. en la vida me detiene casi todo lo que se levanta delante de mí porque me mata la curiosidad y mi pausada observación lo obstaculiza con forma orgánica o susurro apenas de idea. y eso, la verdad, cansa. escaparme de mí misma en facebook es entonces recomendable porque vivir entre la verdad o lo real y la mentira o lo ficiticio es la forma más humana posible, no me cabe duda ya, a mitad del camino.

y es que en fbk uno puede correr con la velocidad del dedo y se llega a tan variados lares, se topa, se salta y se codea uno con toda una humanidad dispuesta a abrirte hasta las piernas de sus descuidados perfiles esperando el gatillo alegre de tu dedo, de tu comentario salaz que le alimente el ego. y zas, desenrollas la lengua que llevas en los huesillos dactilares y opinas, y sigues, saltarina, generosa, a posarte en otra foto, en otro post, en otro desconocido que te abre las piernas de su pefil... más o menos lo que yo hago en el blog, que es otra forma de acelerarme con el impulso de la imaginación posible en la red de una manera que no logro hacer en la vida real. y es que todos estamos compuestos de capas, y la magia de ser internauta es que puedes destapar tu faceta vulgar, superficial, soez o lo que sea sin sentirte muy fuera de lugar, ya que todos los participantes se prestan para lo mismo. ven, chapotea conmigo en este fango común y verás que rico es que te salpiquen. o no, que para gustos...

y si uno, por ser de gustos más o menos refinados y artísticos en la vida real, en facebook se pone a seguirle los pasos a gente afín, tan o más comemierda refinada y artística que uno, la de sorpresivas piernas abiertas que te esperan son causa de empujarte de culo al sofá a meditar si vale la pena entonces existir exclusivamente como ser virtual donde la vida es mejor y más sabrosa (como en la playa, otro ambiente virtual en su desenfadada seudodesnudez, que eso de culos, barrigas y tetas al aire sólo en la playa, urinal comunitario... ), o en mi caso, a traquetear sin fin el teclado bloguero por donde vuelo y recojo mangos bajitos que en la soledad amparada de mi humilde rincón se me escapan. ¿? bah, pues eso. al grano... la cosa virtual de hoy es que me ha dejado sofocada este comentario de Pedro Meyer, respetado fotógrafo mexicano de quien me gusta parte de su obra. me ha dado ganas de soplarle (no lo he hecho; me dio güeva) un húmedo "no mames, pinche cuate; no mames". porque, a primera impresión, se respira elitismo fijador en el aliento de ese comentario. ese... "Ya todos somos fotógrafos" (¿no sólo nosotros los privilegiados!), seguido del apestosito quejido a nostagia flatulenta de: "La fotografía, ya no es como era antes". nosotros, Pedro, ya no somos lo que fuimos; get real, man.

y aunque, según los comentarios, la discusión va por la orilla enfangada a favor y en contra de la tecnología... no me puedo aguantar un ay Pedro, pero, cómo, ¿cómo se te ocurre decir eso de un medio que fue creado como una herramienta al servicio del ser humano para "documentar(se)" y que sólo a través del inmenso ego humano y la infinita capacidad de la herramienta y su técnica y elementos químicos se convirtió en un medio de expresión relativamente fácil de manipular tanto como de fijar, exagerar, trasquilar convenientemente y al antojo del manipulador? un medio que iba a decirnos sólo la verdad, y de pronto, como que... qué maravilla, esto se presta para la gran mentira, para todas las mentiras disfrazadas de verdad y viceversa. y eso, claro, lo puede convertir en un medio donde la creatividad individual puede, a veces, lograr una obra de arte, como todas las demás, producto de una verdad que terminó en mentira creativa, eso sí.

entonces, ¿qué nostalgia puede sentirse entonces, hoy, al ver a millones cliqueando sus aycámaras en ayfons, aypads, ayloquesea creando imágenes por doquier, algunas hasta mejores que las que producen muchos fotógrafos de carrera artística y profesión legal, por lo que FUE la fotografía? ¿qué resentimiento, son tufito elitista, puede sentir un fotógrafo del calibre de la fama de Meyer, de que una avalancha en tecnología haya convertido a TODOS en fotógrafos, alguien que se ha valido siempre de un instrumento (súperelitista en naturaleza dado su alto precio, en casi todos los casos de las arcaicas cámaras de rollo preferidas por los "fine art photographers"), de una técnica y manual químico (complicados ambos, casi matemáticos en detalle, no acequible entonces a las masas, tan brutas) y los ha utilizado como le ha dado la gana para producir algo que, según algunos, entonces es "arte"?

de igual manera, cada foto que cadaquien produce debe ser arte, entonces, y por qué no. el Arte es, para muchos, como la idea o concepto de un Dios todopoderoso... y para creer en él hay que creer que es vida y arte, belleza y sangre a la vez, y sobre todo, está en todas partes. por eso me fastidia que Pedro Meyer, que seguro lo sabe mejor que nadie, luego va y dice esta pinche bobería... bah, bah y bah.