5.24.2014

maYAmiAmi

ma ya mi me resbala en la piel como almíbar espeso, savia pegajosa. y entonces mia mi mosquito molesto, portador de vicios. miami ya caramelo empalagoso, crocante de arena encajado en mi verbomuela cariada. 

siempre fue así.

y la peste sigue igual. un egogrito ascenso de peyorativo a diminutivo alternado en voces varias, interiores e isleñas, costeñas, serranas, todas revolcadas en el tímpano mismo mío que afino en mi ami… 

me ama no me ama. nos va mos pa ma ya mi a mi… 

de cerca mareo y de lejos luego siempre insiste en ser la nubenostalgia vaporosa de olores huecos rellenos de sol macizo amenazando con el abrupto estallido de lluvia, el huracán precipitado en destrucción, propia de ellos mismos nosotros. un pueblo. una aldea. una tribu distinguida por su falta de coincidencia consigo misma.    

nos va mos. nó ma das. no da más maiami. mi ma ya mi no me ama.

por tanto me resbala entre los omoplatos mi a mi como la sangre que siempre brota de la puñalada. la trapera y profunda que ninguno esperaba. la traicionera mayamensa puta y grosera de palabrotas que se desbordan, ruedan como gruesas gotas por mi amplio lomo, común con el de ellos. mi gente los míos que ni tanto de ellos mismos. y nos encontramos, bizcos de reproches, justo a la altura donde nuestras colosales colectivas nalgas se coagulan en rubíes ovalados que se rozan entonces una con la otra. prende la candela, yatusabe. fuego. la eterna fricción culiaguda que nos persigue. candelita postalita. descomunales. nuestras las nalgas, las fricciones. de ellos solo de ellos. entre las grietas de los corales compartidos de las millas de los miracolosi tuberculosi y los cocoteros castrados de fruta se opacan las mentiras de los flamboyanes azules aguerridos sobre la desinformada verdad. de miami. el mayami fraudicaótico. repleto de ecos muecas artísticos sobacos apestosos. porque la peste siempre la peste de pescados podridos conduciendo mercedes. diamantes flotando en piscinas mohosas. y un cuerpo. dos cuerpos. nuestros cuerpos. mayami bayú siempre oloroso a sexo sudado en medio de las grietas, los corales abriéndose. a flor de piel un profundo-mámamela-mayami.    

nó ma das. no da más maiami.

y ya tan perdido el único mia mi de la bulla genuina. los saludos eufóricos. mayami, coño, mallami. la hablabladuría de buena mierda (la que inspira, motiva y arrebata). y el coro de taconeo y chancleteo rítmico. aykerricokerricorrikísimo. la glotonería de la exageración por todo lo que se perdióNosquitaron y dame más materva fría, medianoche crujiente, mariquitas-chicharritas-malanguitas-chicharroncitos. crunch crunch coñokerricokerrico. y dónde buscar el añejo mia mi del pipo, el papi, la jeva, la mami. del ambiente y las plumas perras. alboroto y abanico de fiesta. en su noche mayami la noche rebotando el ecosurf violento del rocíamelbollocabrón salpicado de la boca de la loca que fue cartero en jaialia gritando en la noche tropical de la playaquesexplaya. dale repinga dale salta el coro del chuleo y el brinqueteo y en tus tacones salvajes otro madrugón en el callejón cogiendo duro por todas partes, repartiendo misivas rotas, mija, mira-lo-que-hago-con-tus-cartas-amarillas. y en movimiento mi a mi bajo sus magníficas piernas bronceadas abriéndose en el cayo como un coco splash sobre tu rostro famélico buceando profundo en la arena y mira mira cómo brillan los rascacielos de mallami al borde del delirio. mira tú mira tu vapososo esqueleto bailando fantasmagórico en la bahía.

y dame más, dímelobonito. 

cuéntame de la playa llena de gente. su carne llena de playa. caliente. dime eso de los ojos serenos de los viejos ya sin espanto. que más se perdió en cuba. dime lo del tenue mi amor de las viejas. ma ya mi a mi me encanta. dilo-dilo-dilo. pero no pero no porque te vas y te vas. y no es la misma que de reojo y con indiferencia hasta atina a ser el celofán plástico que envuelve y protege el regalo. este presente que nunca se da con sinceridad futura montada en el pasado bestial. el regalo que se recibe por obligación. porque lo luchamos. en esta nuestra oscuridad que reside encima de las voluptuosas nalgas cubicomunales ma ya mi es nuestra linterna de pilas y farol quinqué. por teléfono a larga distancia es el ansiado rumor de las olas y el repiquetear de la losa de las tazas cargadas de café. humeante desinfectante elixir. en postal con timbre tardío miami es la frase breve de la escueta despedida, su paisaje fotogénico montado como escenografía parca pintorreteada de pigmentos acuarelas para que no te duela. no te duela. chorreada e indefinida mancha de humedad perenne, miami me llora en los ojos como perpetua cebolla podrida. en su habitar constante en mi olfato me destupe aromas de urbanidades arcaicas empolvadas de historia para apoderarse en pleno de la cavidad nasal con su frío olor a aire acondicionado, contemporánea emisión histórica, delineado filo de gas embarrado de la grasa dulce de plátanos maduros fritos. en la distancia miami me escuece la lengua con su salitre viciado y su sudor contenido de censura, de cine oscuro a plena luz, la tanda doble que intenta ser corrida sin cambiar el largometraje que ya no es de estreno. for ever glading.

y nó ma das. no da más maiami.

o eres tú. tú que no das más en el vaivén de tu perenne puente. porque siempre miami te persigue entre puentes. bajo puentes. por los puentes tú en busca de puentes. y cada vez te vas antes de llegar y justo antes de cruzarlo. el puente. porque mayami te mella el asco ya montada en su puentarco. el calor. la gula. el amargor. los amores muertos. el desamor. las querencias olvidadas. la caricia maternal de orfandad casi mortal. temblorosa. y te escondes. nolotomestanpersonal. a mi a mi. que apenas llegas dejas de ser lo que nunca logras ser. y en este ma ya mi que te resbala en la piel como almíbar espeso, solo puedes ser el cumulativo amargo gránulo que se resiste a disolverse en aguasalitre, cuajado a fuego lento, candela eterna. 

nada más.

(f)estival