5.31.2016

3 en 1

3 en 1 de un hermoso clásico cubano...y si llego a besarte

5.29.2016

slitheRingS



"My work speaks of the finite and the infinite, of the macroscopic and the microscopic, the internal and external, by the masculine and feminine powers, but sex is like a snake, it slithers through everything." 

Ernesto Neto

5.27.2016

misOJOSsintusOJOSnosonOJOS


OJO: la versión-canción del poema NO comienza hasta el min 1:39

Mis ojos, sin tus ojos, no son ojos, 

que son dos hormigueros solitarios 
y son mis manos sin las tuyas, varios 
intratables espinos a manojos. 

No me encuentro los labios sin tus rojos, 

que me llenan de dulces campanarios, 
sin ti mis pensamientos son calvarios
criando cardos y agostando hinojos. 

No sé qué es de mi oreja sin tu acento

ni hacia qué polo yerro sin tu estrella, 
y mi voz sin tu trato se afemina. 

Los olores persigo de tu viento 

y la olvidada imagen de tu huella 
que en ti principia, amor, y en mí termina.


...leyendo a Miguel Hernández, al descuido, como el que entra a misa porque se siente perdido, en la plaza... cualquier plaza, una iglesia... entras y en la penumbra húmeda, sientes una punzada de alivio, lejos del calor, de la gente, del ruido... 


alivio entonces coger el libro, como si fuera una biblia, el día  en que me aventuré a la biblioteca aquella, tan lejos. caminar cabizbaja y de pronto detenerme. verlo, tomarlo, y hojearlo pensando en otra cosa y de pronto... se abre bajo el dedo la página y ves el primer verso. entonces la punzada es otra, y no sabes ni por qué, aún. tú novelucha incierta con tantos capítulos inconclusos. cierras los ojos. no, no te acuerdas, pero sabes, presientes que es un olvido obligado. y nada peor que obligar al olvido a hacer memoria... 

el soneto, lo miras. sí, Hernández, clásico. suspiras. fue en la época de Serrat y su disco al poeta. discazo. Hernández de moda con toda una generación tardía. la mía. hace siglos, lustros y apenas segundos. tic-tac-taca-tá. vuelvo a leer el soneto, y me hinca. y ya, lo veo, el sobre debajo de la puerta, el gesto apurado de recoger la misiva, el papel blanco, la letra ordenada, pequeña. no me canso de decirlo, bah, que la gente debe empezar a escribirse otra vez, ya, tinta arañada sobre papel pero ya. urgente reclamo ese gesto insoluble de escribir cartas. y las de amor... bien escritas, sedientas y hambrientas, debería ser obligatorio pasaje humano. nada de cursilerías. desgarre y vanidad. todo parte esencial de vulgar curriculum vitae, saber escribir cartas de amor, para luego, cuando se apaguen todas las luces, recurrir al recuerdo vacuo de lo que un día --que nos ha de parecer incierto-- nos hicieron sentir. 

y levanto la cabeza del libro y miro a mi alrededor. qué, qué mierda tendrán estas generaciones esclavas de las pantallitas ciberelectrónicas, tan convenientes y adictivas, cuando sean viejos y les venga a la memoria esto... esto que me convulsiona a finales de un mayo horroroso, como todos. ya, tendrán tatuajes, muchos tatuajes... mensajería de marinero triste sobre tanta dermis sin sentido, viejos, sus arrugas colmadas de tinta verde, rayas e imágenes sin palabras moldeadas sobre el papel... con ese esfuerzo de sinceridad que ya luego es tan difícil de lograr. de invocar, heme aquí, sufriéndolo.

la biblioteca está desierta. no hay nadie, solo dos sentados allí, mirando sus celulares. y en mis manos Hernández, polvoriento oliendo a España, a mi yo que fui un día, a mis ojos tristes, pero expresivos, mirándome desde un soneto. versos sencillos que tanto dicen, tranquilos. poesía, ah, cómo necesitábamos la poesía. porque sí, ella, esa, una, aquella, alguien que me quería me envió este poema colado entre líneas de una carta, un día de otro siglo. ah, el horror de vivir entre siglos. un puro horror, olvidar fechas y desmemoriar la memoria cruel. no, no lo recordaba, confieso. a primera vista. pero lo dices y sabes que esas cosas no se olvidan, que entre las letras corridas de aquellas cartas de ansias y delirios tristes, leer todo aquello que parecía tan sincero, a sottovoce, lalalá, blablablá... era, es, será... "...esto que siento por ti... se encuentra en estos versos. Hubiera querido habértelo escrito."

por eso te has detenido, que no se engañe nadie. porque no se puede ser, estar móvil y sentir todo esto. hay que estarse quieto y recordar. dejar que los sentidos se estrallen en la quietud, en tu freno a tanta bazofia en todas partes, y dentro de ti un alivio, otra punzada, la que corrobora que no fue todo mentira. hubiera querido habértelo... qué composición verbal sonada y sonora, qué maravilla que te acuerdes de eso... tanto tiempo escondido, enterrada, y hubieras querido habérselo escrito. bah, dices y levantas el libro, la página del soneto y a contraluz ves todo el olvido obligado chorreándose de una rendija... mirándote, con mis ojos que sin tus ojos no son ojos.

5.26.2016

crematorios

  Ah, la realidad en metáfora filmeburlesca... Este corto es el tercero de la trilogía de Crematorios del defenestrado (del ICAIC y todas las demás siglas sigilosas de la castrense república Celestial) director cubano Juan Carlos Cremata, buenísimos los tres... deben verlos, que de la desgracia nacional no queda otra que reírse... 

Aquí Crematorio 1 y Crematorio 2

5.24.2016

DAdeToDoDA

@revistaClarín: Pero antes de avanzar, retrocedamos...  

Dadá: una ética de la libertad total

“Tomen un periódico./Tomen unas tijeras./Escojan en el periódico un artículo de la longitud que ustedes quieran darle a su poesía. /Recorten el artículo./ Recorten después con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métanlas en una bolsa./ Agítenla suavemente./Ahora saquen las palabras una tras otras, disponiéndolas en el orden en el cual las hayan sacado./ Cópienlas concienzudamente./Y la poesía se parecerá a ustedes./Y estarán transformados en un escritor infinitamente original y de una sensibilidad encantadora, aunque, desde luego, la gente vulgar no lo comprenderá”


5.23.2016

traVESía

en el aeropuerto, extranjera colorida. foránea y forense de mis huellas idas. una voz leve, a coro. me dijeron que llovía lluvia llana, destellos de sol apenas en mi cueva lejana. donde no pertenezco ni quepo ni soy, mucho menos que aquí. la voz susurra y acaricia. pues échate la pigmentería arriba, huye del calor y la tristeza tibia, del llanto sordo de los muertos por venir y los gritos de tu pueblo chusma en pos de qué-dimeDEqué. en el aeropuerto cuento las hebras de la sucia alfombra y miro mis zapatos naranjas. se olfatea un olor desagradable a polvo húmedo y gente sin bañarse, tirada en pajamas de semanas de turista asqueroso. naranja. zumo y jugo; tengo sed. del color. despinto de la manada, fea y vulgar, yo maravilla colorida, plateada las sienes y ojos ausentes tras cristales ahumados. me besaría en este instante, porque quiero amarme y no puedo. naranja es el más feliz de los colores. y pienso en las flores de las que me cuenta la voz, de lejos. flores, efímeras y púrpuras. las pienso y ya, por fin, al cabo de millas dolientes, las veo. en mi casa, que no lo es. llueve afuera y luz tenue, la voz en el silencio del olvido acunándome el oído. sin embargo. por todas partes los gritos, en ecos y los lamentos. las quejas y el tiovivo de tantos casi muertos. el espanto, calambre inquieto y caminando lenta por el pasillo me desvisto. sobre la butaca quedan los colores del disfraz. luego entre sombras, la piel húmeda de la ducha, me visto de gris. la voz me mece, me sonríe y me elogia. porque en realidad eres lluvia, siempre. aunque de mayo... se lo repito, que es el mes más cruel, mayo es, no se dejen engañar con lo de abril y su poesía y toda la bobería... a quién le hablas, pregunta la voz, sabiéndolo. suspiro y chillo, muda... abril promete, mayo engaña. mayo, el las madres, las flores... el de las muertes de los padres y los amores idos. el mes de las flores tercas y herméticas. mayo, que se acabe mayo de una vez y lleguen otras crueldades, pero no estas que tanto agotan, en su neblina y su ira. que se vayan, y camino de nuevo por el pasillo y caigo en mi sofá. cuero curtido, roto, pellejo teñido y quebrado, aún tierno al tacto. aún amante intacto. el sofá verde me arropa, la voz me abraza, me susurra que mayo se va desgranando ya. y me duermo en el sofá, con la voz intacta, tersa, por fin, después de la larga travesía.

ratherNOTart

Gonzalez-Torres, who died in 1996, was known for his ephemeral installations and sculptures, many of which call into question the nature of change and interpretation. In a work such as “Untitled” (USA Today), audiences are encouraged to take candies individually wrapped in red, silver, and blue cellophane from a pile, subverting, in the process, the notion of permanence and the anticipated relationship of the viewer to a work of art. And, as such a work can never be exactly replicated, especially when compared to the relatively static nature of a painting or photograph, it forces the issue of interpretation and responsibility in recreating these works from show to show. “One of the interesting things about Felix’s work is that when an owner lends them for exhibitions, they are lending the right to make decisions about those works,” says Rosen, who first began representing Gonzalez-Torres in 1989. “There’s this idea—what does it mean to take on the responsibility of curating? It adds this whole other element in terms of interpretation and reading and how the work transforms itself over time.”

Hay que morirse joven... No queda otra para ser eterno, para que los caramelos se hagan más dulce$. To subvert the Notion of permanence. And. The nature of change And interpretation... Art. in its pu rest form. Anticipated Static Ire responsability. For the world is no more a stash of candy. No more. And the viewer rather not. Art. Rather not. 


  

5.12.2016

transOm

Voy. O vengo. Son cosas que ya ni se notan. Los vaivenes. Un sonido sordo que nos pesa y deviene estupor se escurre entre tanta gente. Queda tanto por hacer, el deber y el no querer. Hacerlo cuando sólo quiero debo ansío. Dormir y no puedo. Y en el espacio vacío de noche infinita la mente en todo lo que no, ya no. Si supieras decirlo. Solo tomaría un instante. Brevedad concisa y una sonrisa. Que hay que ser optimista y se retuercen mis vísceras. Dañadas por el tiempo. Si alguna vez, sabes... No. No tendría ningún efecto ser conciliatorio. A estas alturas. Ni contigo ni con nadie, sabes. Y miro por la ventanilla del avión. 

Allí están, abajo. Las huellas. Los sinsabores. La felicidad que nunca. Polvito blanco, nieve o arena. Tendrías que escoger uno y hacer un clavado. Espectacular, como en Acapulco. Ah, qué vacío todo aquello y su ruido. El color de los recuerdos. Cantinflas y Elvis en Acapulco. Al tocar tierra o mar o nieve o arena te romperías la crisma. Papaya rota en dos de cuatro, mercurio zigzagueante en bolitas veloces, buscándose. Romper termómetros adrede para observar la incapacidad del amor, mercurio del ser. Serlo. Amor frugal. Trivial. Tráfago. Trufa transitoria como ráfaga tríptica. Y el silencio. Descríbemelo, eso que nos engulle voraz. No. No existe, eso. Ni se siente. Solo está. Abajo. De todo lo demás. Lejos. Y ausente aunque de presencia constante.

Leo distraída las notas de un amigo que analiza el preciso instante o el instante preciso. Cierro los ojos y sonrío. Otro pone fotos de las destartaladas mujeres de Picasso. Hechas líneas ni precisas en cualquier instante. Las mujeres. Qué agonía. Qué maravilla. El perfume y la peste. Momentáneas. Furtivas hijas de su madre. Malditas.  Me miro en un reflejo y el pelo me cubre la frente. Aún tengo cara de tonta. Boba. Comemierda. La belleza efímera queda sólo como arenilla. O congelada en la nieve.  ¿Y si me hago otra de un otro simultáneo? Esfumarse en las espumas y decaer en náuseas. Ser un ser o no. Mercurio desgranado en busca de un entero. Niña tonta seria estudiosa y en el cerebro aserrín absorbente de tanta mentira. Se trata de eso. De no poder asimilar más embuste. Y sin embargo, it's the filtre of choice. Por qué se miente ella, y la otra y la otra y las demás. Y tú, mentirosa de profesión. Y miro por otra ventanilla de otro avión. Lleno de gente fea. ¿Acaso te crees bella? Mucho. Demasiado.  Mi belleza es intransitable. En transición constate y fija en el clavado suicida. El de corre, abre la puerta y tírate. La mujer me mira de soslayo. Miro hacia otro universo.  Versom ommm. Nunca he pertenecido a este.  Verso a verso.  Versátil.  Transpiro y la veo, tan de lejos. A mi mujer que fui un día.  Mujerom. En trans. Trance de no ser yo. Sí o no.